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Allá por los años 70 el psicólogo B. W. Tuckman
identifico cuatro etapas que, según consideraba, los equipos debían atravesar
para alcanzar el éxito. Estas son:
·
Formación: cuando un grupo apenas aprende a
relacionarse, un momento en que un mínimo de trabajo llega a realizarse.
·
Tempestad: Una época de tensas negociaciones
de los términos bajo los cuales el equipo trabajara; una prueba de fuego.
·
Normativa: Un tiempo en el cual se aceptan
los roles, se desarrolla el sentimiento de equipo y se comparte abiertamente la
información
·
Desempeño: cuando al fin se alcanzan los
niveles óptimos en productividad, calidad, toma de decisiones, adjudicación de
recursos e interdependencia interpersonal.
Con o sin pruebas o sesiones
especiales, todos los buenos equipos traviesan cuatro etapas. En ocasiones,
alguno tiene suerte y, debido a su
combinación de personalidades o al tipo de liderazgo que emerge de sus
miembros, el grupo pasa de formación a desempeño con un mínimo esfuerzo.
Pero ninguno avanza
directamente del primero al último, sin pasar los otros dos.
Los conflictos y la
adaptación son instancias críticas y difíciles, pero también sin partes
necesarias en el desarrollo del equipo.
Identificar en qué etapa se
encuentra su equipo y hacerlo avanzar con un mínimo de resistencia son factores
importantes que distinguen a los grandes equipos de los disfuncionales.
La etapa de la formación
La formación es esa etapa
del desarrollo en que todo está disponible, cuando un equipo solo es tal en el
sentido más amplio de la palabra. El talento puede estar allí mismo frente a
usted: buenos ingenieros, buenos planificadores, buena gente de producción,
buen personal de finanzas. Pero como un sargento que inspecciona su nuevo
pelotón de individuos con tan poco aspecto de soldados.
La etapa normativa
Con el fin de la tormenta
llega un nuevo orden y una aceptación de los roles dentro del equipo. El éxito
experimentado durante la etapa normativa esta marcando por las contradicciones:
el grupo se fortalece a medida que los individuos abandonan sus defensas,
reconocen sus fallas y piden ayuda a las personas indicadas.
La etapa de desempeño
No hay garantía alguna de
que su equipo logre llegar hasta la etapa de desempeño. Tal como decía Hamlet
en uno de sus ensueños “Esta es una
culminación que ha de desearse devotamente”. En estados unidos, existen
innumerables grupos que jamás emergen de la etapa de tempestad.
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